Adaptación al cambio

No existen dudas en el mundo actual, que la adaptación constante es una necesidad básica que hemos sabido incorporar… para poder sobrevivir. Parte sustentada por impactos económicos o políticos de países trascendentes en las economías mundiales , cuyos ciclos de estabilidad eran más prolongados y parte por el gran desarrollo tecnológico en la comunicación, sin dudas la gran
transformación.
Lo dicho promueve a una actitud dinámica , donde es necesaria una forma intensa de gestión del tiempo, gestión de los recursos, gestión focalizada, gestión de la atención. Ingresando en escenarios de alta volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad , casi la teoría de caos,
donde el largo plazo no está incorporado y la tarea de la imaginación , consiste en hacer el trabajo de la crisis sin la crisis.
Cuando se habla de la adaptación de una persona, se hace mención al hecho de que ha podido acomodarse a las condiciones de su entorno. Por lo que la flexibilidad y la adaptación a los cambios son competencias muy perseguidas en las empresas, tanto a la hora de buscar profesionales, como ante la necesidad de desarrollar estas habilidades en su estructura.
Pero hasta qué punto es útil y efectivo tener a personas flexibles y adaptables a los cambios en las empresas? Porque la flexibilidad nos vuelve más tolerantes, abiertos , menos resistentes a los cambios, pero una persona que se adapta fácilmente puede ser para lo bueno, como para lo malo y que ante determinadas situaciones incómodas para la empresa, se adapte y conviva con ellas.
La cuestión no está en ser adaptable a los cambios, sino de ser flexible. La flexibilidad y la adaptabilidad son dos cuestiones diferentes. La flexibilidad tiene una componente activa , que la diferencia de la mera adaptación a los cambios.
Una persona flexible es por tanto una persona crética, que se cuestiona las cosas barajando si es bueno actuar de una manera o de otra. No se conforma con un punto de vista único, busca alternativas, hace preguntas, toma la iniciativa y propone nuevas ideas.
Pero estamos dispuestos a tener personas así en la empresa, que nos cuestionen decisiones o se hagan promotores de cambios?
Quizás la esencia de todo no está en la flexibilidad o adaptabilidad entendidas como aptitudes, sino como actitudes, es decir la voluntad de querer cambiar y la autonomía personal de poder hacerlo cuando lo considera.


Publicado

en

por

Etiquetas:

Comentarios

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *